Popart - 2013.-
En sus diez años de carrera y cinco discos anteriores Rosal supo cultivar un encanto femenino que siempre me resultó enormemente seductor. Desde la ingenuidad naif de su primer álbum a la depresión de "La casa de la noche" la banda ha sabido exaltar los atributos propios del género mujer que los hombres íntimamente envidiamos, cosa que jamás diríamos y menos entre vacío y morcillas. Delicadeza, equilibrio, suavidad o belleza han sido siempre cualidades presentes en sus discos. En esta oportunidad agregan una dosis de ritmo que parecía olvidada y una luminosidad cristalina que se para en la vereda de enfrente de su antecesor.-
"La historia sigue y allí estaremos" dije en el cierre del comentario del disco anterior. La buena noticia para los fanáticos de la banda, entre los que por supuesto me cuento, es que esa historia siguió y Rosal recuperó, y con creces, sus luces y fortalezas. Los arreglos perfectos, las instrumentaciones sutiles y las melodías conmovedoras vuelven a estar en su lugar. Hay ahora más ritmo. María Ezquiaga canta desde su alma mientras que su socio artístico, Ezequiel Kronenberg, es el arquitecto de esta inteligente y delicada máquina de música. La oscuridad parece parte del pasado y el disco derrama canciones preciosistas pero sin caer en lo artificioso ("Juanita" y "No es traición" van al podio).-
Un regreso para celebrar y otro eslabón más en una carrera soberbia de una banda que ha moldeado y madurado su estilo y su carácter. Como esas mujeres de las que uno se enamora perdidamente.-
http://www.rosalvirtual.com.ar/
http://rosal.bandcamp.com/album/un-fuerte-en-el-corazon
